El cáncer de mama no es una enfermedad singular, sino un grupo de diferentes tipos de cánceres que se desarrollan en el tejido mamario [1]. El tipo más prevalente es el Carcinoma Ductal Invasivo (CDI), que se origina en los conductos de la leche e invade el tejido mamario circundante [2]. El CDI es responsable de aproximadamente el 80% de todos los diagnósticos de cáncer de mama [3]. Otro tipo frecuentemente diagnosticado es el Carcinoma Lobular Invasivo (CLI), que comienza en las glándulas productoras de leche, o lóbulos, y se diagnostica en aproximadamente el 10% de los pacientes con cáncer de mama [4].
El Carcinoma Ductal In Situ (CDIS) es un cáncer de mama no invasivo donde las células cancerosas permanecen dentro de los conductos [5]. Se considera la etapa más temprana del cáncer de mama y tiene una alta tasa de éxito en el tratamiento [6]. Por el contrario, el Carcinoma Lobular In Situ (CLIS) no es un cáncer real, sino que sirve como una señal de advertencia de un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo [7].
Finalmente, la enfermedad de Paget de la mama es una forma rara de cáncer de mama que comienza en los conductos pero se extiende al pezón y la areola [10]. A menudo se manifiesta con cambios en la piel que imitan el eccema