Los tumores de células de Leydig representan un tipo raro de crecimientos que se desarrollan principalmente en los testículos en hombres, pero también pueden manifestarse en los ovarios en mujeres [1]. Estos tumores pertenecen a una categoría más amplia de crecimientos conocidos como tumores del cordón sexual-estromal [2]. La mayoría de los tumores de células de Leydig son benignos, lo que implica que no son cancerosos [3]. Sin embargo, un pequeño porcentaje puede resultar ser maligno, o canceroso [4].
En el caso de las mujeres, los tumores de células de Leydig pueden desencadenar síntomas como hirsutismo (crecimiento excesivo de pelo), profundización de la voz y agrandamiento del clítoris debido a la sobreproducción de andrógenos, que son hormonas masculinas [5]. Si se observan estos síntomas, es crucial buscar consulta médica inmediatamente [6].
Para identificar un tumor de células de Leydig, su proveedor de atención médica puede emplear pruebas de imagen como ultrasonido o tomografía computarizada, y análisis de sangre para monitorear los niveles de hormonas [7]. También se puede realizar una biopsia, que implica la extracción de una pequeña muestra de tejido para examen microscópico [8].
Si se diagnostica un tumor de células de Leydig como maligno, las posibles opciones de tratamiento pueden incluir cirugía para extirpar el tumor, radioterapia o quimioterapia [9]. La selección del tratamiento está influenciada por factores como el tamaño y la ubicación del tumor, si se ha metastatizado a otras partes del cuerpo y su salud general [10].
En conclusión, aunque la mayoría de los tumores de células de Leydig en mujeres no son cancerosos, un pequeño porcentaje puede serlo [11]. Es de suma importancia buscar ayuda médica si presenta síntomas indicativos de esta condición, y discutir con su médico el curso de acción más adecuado si se detecta un tumor [12].