La comodidad es de suma importancia cuando se está sometiendo a radioterapia [1]. Como tal, se recomienda encarecidamente optar por ropa holgada, suave y transpirable [2]. Los tejidos naturales, particularmente el algodón, son ideales ya que facilitan la transpiración de la piel y minimizan el riesgo de irritación [3]. Es aconsejable evitar la ropa ajustada que pueda rozar la piel, causando potencialmente incomodidad o empeorando cualquier reacción cutánea del tratamiento [4].
La radioterapia puede ocasionalmente resultar en sensibilidad o irritación de la piel en el área tratada [5]. Por lo tanto, es prudente evitar la ropa con costuras ásperas o etiquetas que puedan rozar estas áreas sensibles [6]. Por ejemplo, si estás recibiendo tratamiento en el área del pecho o del seno, podrías encontrar más cómodo prescindir de un sujetador, o alternativamente, usar un sujetador de algodón suave sin aros [7].
Es crucial recordar que el área que se está tratando necesita ser fácilmente accesible para tus sesiones de radioterapia [8]. Por lo tanto, es aconsejable elegir ropa que sea fácil de quitar o ajustar [9]. Por ejemplo, si estás recibiendo tratamiento en la parte inferior del cuerpo, podrías preferir usar faldas o pantalones holgados que se puedan subir o bajar fácilmente [10].
Por último, durante la radioterapia, es vital proteger tu piel del sol ya que puede ser más sensible a las quemaduras solares [11]. Por lo tanto, cuando estés al aire libre, considera usar ropa que cubra el área de tratamiento [12]. Artículos como sombreros, camisas de manga larga y pantalones pueden ayudar a proteger tu piel de los dañinos rayos UV [13].