Cáncer de vejiga, al igual que numerosos otros tipos de cáncer, a menudo puede ser difícil de detectar en sus etapas iniciales [1]. Sin embargo, ciertos síntomas pueden proporcionar pistas sobre su existencia [2]. El síntoma más prevalente es la presencia de sangre en la orina, médicamente referido como hematuria [3]. Esto podría resultar en que tu orina adquiera un color rojo brillante o similar al de la cola [4]. En algunos casos, a pesar de que la orina no parezca diferente, la presencia de sangre puede ser descubierta durante un examen microscópico [5].
Otro síntoma potencialmente indicativo de cáncer de vejiga es la necesidad de orinar con frecuencia [6]. Puedes encontrarte teniendo que usar el baño más frecuentemente de lo que es típico para ti [7]. Esto podría ir acompañado de una sensación de ardor durante la micción, similar a los síntomas de una infección del tracto urinario [8]. Es crucial entender que estos síntomas también podrían ser indicativos de otras condiciones como infecciones de vejiga o piedras en el riñón, no solo cáncer de vejiga [9].
El dolor durante la micción es otro síntoma que podría sugerir cáncer de vejiga [10]. Este dolor podría manifestarse como una sensación aguda y punzante o un dolor sordo y persistente [11]. También podrías experimentar dolor en la espalda o la región pélvica [12]. Una vez más, estos síntomas podrían ser indicativos de otras condiciones, de ahí la importancia de consultar con un profesional de la salud si experimentas cualquiera de estos signos [13].
Por último, la pérdida de peso inexplicada o sensaciones de fatiga o debilidad también podrían ser síntomas de cáncer de vejiga