En efecto, los masajes terapéuticos pueden ser beneficiosos para los pacientes con cáncer, pero es esencial proceder con precaución y comprensión [1]. A menudo conocido como masaje oncológico, el masaje terapéutico puede ofrecer una serie de beneficios a aquellos que luchan contra el cáncer, como la alivio del dolor, la reducción del estrés y una mejor calidad de vida [2]. Sin embargo, es vital buscar un masajista que tenga formación especializada en masaje oncológico, ya que ciertas técnicas pueden ser perjudiciales si no se ejecutan correctamente [3].
Los masajistas oncológicos poseen el conocimiento para comprender las complejidades del cáncer y su tratamiento [4]. Modifican sus técnicas para tener en cuenta los efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia, la radiación o la cirugía [5]. Por ejemplo, podrían aplicar una presión más ligera, evitar áreas específicas o alterar la posición del paciente para garantizar su comodidad y seguridad [6].
Las ventajas del masaje terapéutico para los pacientes con cáncer han sido ampliamente documentadas [7]. Puede ayudar a reducir la ansiedad, aliviar la fatiga y mejorar el sueño [8]. Además, puede ayudar a manejar síntomas como el dolor, las náuseas y la depresión [9]. También proporciona a los pacientes una sensación de control sobre sus cuerpos y su tratamiento, ofreciendo una sensación de confort y relajación [10].
Sin embargo, es crucial consultar con su equipo de atención médica antes de iniciar cualquier nueva terapia [11]. Pueden ofrecer orientación adaptada a su situación específica y condición de salud [12]. Siempre tenga en cuenta que, aunque el masaje terapéutico puede complementar su tratamiento contra el cáncer, no reemplaza las terapias tradicionales contra el cáncer [13].