Los pacientes de cáncer suelen experimentar sistemas inmunológicos debilitados como resultado de tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia [1]. Esta condición aumenta su vulnerabilidad a las infecciones, lo que potencialmente puede complicar su estado de salud y retrasar el tratamiento [2]. En consecuencia, se aconseja generalmente que los pacientes de cáncer eviten los lugares concurridos, particularmente durante la temporada de gripe o períodos de enfermedades infecciosas generalizadas [3].
Sin embargo, esto no implica que los pacientes de cáncer deban aislarse completamente [4]. La interacción social es vital para la salud mental y puede influir positivamente en el proceso de curación [5]. No obstante, son necesarias precauciones [6]. Cuando están en público, los pacientes de cáncer deben adherirse a buenas prácticas de higiene como lavarse las manos con frecuencia, usar mascarillas y evitar el contacto cercano con personas enfermas [7].
Además, ciertos tratamientos contra el cáncer pueden resultar en períodos de supresión inmunológica significativa [8]. Durante estos períodos de 'nadir', el riesgo de infección es especialmente alto [9]. Se recomienda que los pacientes discutan su riesgo individual con su proveedor de atención médica y sigan su consejo sobre evitar lugares públicos durante estos tiempos [10].
Por último, es importante destacar que el riesgo no es el mismo para todos los pacientes de cáncer [11]. El grado de supresión inmunológica puede variar enormemente en función del tipo y etapa del cáncer, el tratamiento específico y la salud general del paciente [12]. Por lo tanto, es crucial que cada paciente tenga una discusión personalizada con su proveedor de atención médica sobre su riesgo específico y las estrategias más efectivas para prevenir infecciones [13].