Los hábitos alimenticios, especialmente aquellos ricos en grasa, están asociados con una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de colon [1]. La relación entre una dieta alta en grasa y el cáncer de colon sigue siendo algo ambigua, pero se teoriza que dichas dietas pueden estimular la producción del cuerpo de sustancias específicas que fomentan la proliferación de células cancerosas [2].
Una dieta alta en grasa generalmente comprende cantidades sustanciales de carnes rojas y procesadas, alimentos fritos y productos lácteos altos en grasa [3]. Estos alimentos no solo contribuyen al aumento de peso y la obesidad - factores de riesgo para el cáncer de colon - sino que también causan inflamación y estrés oxidativo, condiciones que pueden dañar las células y conducir al cáncer [4].
Es crucial entender que, si bien una dieta alta en grasa puede elevar el riesgo de cáncer de colon, es solo uno de muchos factores [9]. Otros factores de estilo de vida, como la falta de actividad física, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, también contribuyen al riesgo [10]. Además, ciertos factores genéticos pueden hacer que algunas personas sean más propensas al cáncer de colon que otras [11]. Por lo tanto, aunque mantener una dieta equilibrada baja en grasa puede ayudar a mitigar el riesgo de cáncer de colon, también es vital considerar otros cambios en el estilo de vida y exámenes regulares [12].