La seguridad del uso de desodorantes, particularmente antitranspirantes, en relación con el cáncer de mama ha sido un tema de debate prolongado [1]. La preocupación surge principalmente del hecho de que estos productos, aplicados cerca del área del pecho, contienen químicos que algunos temen que puedan ser absorbidos por la piel, causando efectos dañinos [2]. Sin embargo, tanto la Sociedad Americana del Cáncer como el Instituto Nacional del Cáncer afirman que actualmente no hay evidencia científica clara que vincule el uso de estos productos de higiene de las axilas con el desarrollo del cáncer de mama [3].
La principal preocupación se centra en dos ingredientes clave comúnmente encontrados en muchos desodorantes y antitranspirantes: parabenos y compuestos de aluminio [4]. Los parabenos, que se utilizan como conservantes, y los compuestos de aluminio, que se utilizan para bloquear el sudor, se ha sugerido que imitan al estrógeno. Esta hormona es conocida por jugar un papel en el desarrollo del cáncer de mama [5]. A pesar de estas preocupaciones, numerosos estudios de investigación no han encontrado un vínculo definitivo entre estas sustancias y un mayor riesgo de cáncer de mama [6].
Si aún estás preocupado por los posibles riesgos, hay alternativas disponibles [7]. Muchas empresas ahora producen desodorantes que son libres de parabenos y de aluminio [8]. Estos productos pueden proporcionar una opción más segura para aquellos que están preocupados por los posibles riesgos para la salud asociados con los desodorantes y antitranspirantes tradicionales [9].
En conclusión, aunque es natural ser cauteloso acerca de lo que pones en tu cuerpo, especialmente cuando se trata de un diagnóstico como el cáncer de mama, es importante saber que la investigación actual no respalda una relación entre el uso de desodorante y el cáncer de mama [10]. Como siempre, si tienes alguna preocupación, es mejor discutirla con tu proveedor de atención médica [11].