El pronóstico para la leucemia varía enormemente en función de factores como el tipo de leucemia, la edad del paciente, su estado de salud general y la etapa en la que se diagnostica la enfermedad [1]. La leucemia aguda, que progresa rápidamente, requiere tratamiento inmediato, mientras que la leucemia crónica, que progresa más lentamente, puede no requerir tratamiento durante un período significativo [2].
La tasa de supervivencia a cinco años para todos los tipos de leucemia es aproximadamente del 61.4%, según informa el Instituto Nacional del Cáncer [4]. Esto implica que alrededor de 61 de cada 100 personas diagnosticadas con leucemia siguen vivas cinco años después del diagnóstico [5]. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que estas cifras son promedios y no predicen resultados individuales [6].
Es importante recordar que estas son meras estadísticas y que cada viaje individual con la leucemia es único [13]. Los avances en el tratamiento están mejorando continuamente estas tasas [14]. Discutir su pronóstico individual con su equipo de atención médica puede proporcionar una imagen más clara de qué esperar [15].