Determinar si estás libre de cáncer después del tratamiento implica una secuencia de pruebas y exámenes [1]. Estos pueden incluir pruebas de imagen como tomografías computarizadas, resonancias magnéticas o PET. Estas pruebas pueden ofrecer imágenes detalladas de tu cuerpo y ayudar a los médicos a identificar cualquier célula cancerosa restante [2]. Las pruebas de sangre también pueden ser beneficiosas ya que pueden identificar ciertas proteínas u otras sustancias producidas por las células cancerosas [3].
Sin embargo, es crucial comprender que estar 'libre de cáncer' no necesariamente implica que estés completamente libre de todas las células cancerosas [4]. Simplemente significa que no hay células cancerosas detectables en tu cuerpo [5]. Esta es la razón por la cual las citas de seguimiento regulares con tu oncólogo son vitales, ya que pueden estar atentos a cualquier indicación de recurrencia del cáncer [6].
Además, algunas formas de cáncer, como los cánceres crónicos, pueden nunca desaparecer completamente [7]. En estas situaciones, el objetivo del tratamiento es mantener el cáncer bajo control durante el mayor tiempo posible y manejar cualquier síntoma [8].